miércoles, 1 de septiembre de 2010

Dando ánimo

Estaba a punto de comenzar la reunión sacramental y una madre buscaba por todos lados a su hijo, en cada sala, en los baños, en el escenario, cocina, en la cancha y finalmente lo encuentra en la calle, sentado con las manos en la cara. Su madre se acerca y le dice 'vamos, apúrate, está a punto de comenzar la reunión'. El hijo le dice 'y ¿para qué voy a ir? si a nadie le interesa si estoy o no, a nadie le importo, no tengo amigos, .. etc.´ La madre le dice, 'eso no importa, tienes que entrar'. El hijo le dice 'dame dos motivos por los que debería entrar'. Ella poniéndole la mano en la espalda con suavidad y hablando como las medres saben hacerlo, le dice despacio 'primero: porque ésta es la reunión más importante del domingo; y segundo: porque tú eres el obispo'.

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