Estaba un hombre caminando por la playa, de repente alzó los ojos al cielo y con toda la devoción que pudo, pidió que le concediera un deseo. El cielo al verlo se apiadó de él.
Pedid y se os dará, exclamó una voz desde lo alto.
Mira, tengo una novia que vive en Puerto Rico, yo vivo en Venezuela y me cuesta mucho ir a verla, ¿No podrías construirme un puente que una la isla con la mi país?
Eso que me pides, respondió el Cielo, es un trabajo muy materialista. Tendría que erguir grandes pilares de hormigón que profanarían mis océanos. Debería emplear cientos de toneladas de hierro y asfalto, reflexiona hijo mío, pídeme algo que me honre y glorifique. A lo que el hombre respondió:
Llevó muchos años en el JAS, no logro casarme ni comprender a las mujeres, me gustaría tener el don de saber escuchar a las mujeres, comprenderlas, saber por qué dicen no cuando quieren decir sí y viceversa, qué quieren decir cuando callan, por qué lloran sin motivos, ¿Cuál es el secreto para hacer feliz a una sola mujer?
Los Cielos se conmovieron y guardaron silencio, después desde lo alto se respondió a su deseo con una pregunta:
¿Y de cuántos carriles dices que quieres el puentecito?
re bueno,me encantoooo
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