viernes, 10 de septiembre de 2010

Loro discursante

Un loro fue entrenado para discursar. El domingo la iglesia estaba llenísima para ver al loro dar un discurso en la reunión sacramental.  Intimidado por el público, el loro se quedó callado en el púlpito, arrastraba su pico de un lado para el otro, hasta que su entrenador dijo: “Discursa loro, que si no lo haces, te quito todas tus plumas y te pongo con las gallinas.”  Inmediatamente el loro miró a toda la iglesia y dijo: “¡Hermanos! Vamos a orar, que el enemigo ya empezó a manifestarse.”

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